1.Matemáticas
Quizá a ti ya te ha pasado, o quizá le haya pasado a tu hijo o hija en el colegio. Cuando aprendes las fracciones, y ya tocas un instrumento, todo te parece más lógico, porque tu ya conoces la negra con puntillo, que dura un pulso y medio, o la semicorchea, que dura un cuarto de pulso.
Esto, lógicamente también ayuda al revés, si tu ya conoces las fracciones el ritmo no debe ser «teóricamente» un problema. Eso sí, aquí entra la teoria y la práctica.
2.Educación física
La parte práctica del rítmo se puede mejorar notablemente en la asignatura de educación física, ya que todos los ejercicios que el ser humano realiza se basan en movimientos coordinados, y esos movimientos siempre tienen un rítmo.
Básicamente en educación física se trabaja el rítmo. El rítmo en el que debes coger aire al correr, cuando saltas a la comba, cuando haces ejercicios acrobáticos. Todo tiene que ver con el rítmo. Ah, y con la respiración.
La respiración, la llevamos con nosotros todo el tiempo, nosotros somos los que decidimos si trabajarla o no, pero ejercicios como andar, correr o estirar son ejercicios que nos ayudan a controlar la respiración, porque este control es básico para poder llevar el ejercicio a cabo.
Ciencias
Ciencias
Pero no nos quedamos ahí, la asignatura de ciencias naturales, conocimiento del medio o incluso física en los niveles avanzados, nos enseña, entre otras cosas, el por qué la temperatura de nuestro aire, y su velocidad cambian el sonido. ¿No es interesante? Cuando entendemos una regla tan sencilla como esta, y la hemos probado en diferentes objetos, no se nos olvida que si estamos demasiado altos (de afinación) podemos reaccionar intentando producir un aire más caliente, y abriendo la garganta, porque, como hemos aprendido, las cavidades más grandes dan mas sonoridad y hacen el sonido más grave. Y todo esto en ciencias señores!!
Lengua y literatura
Ahora viene la asignatura que más me gusta utilizar con mis alumnos para aprender flauta travesera, el lenguaje. Da igual el idioma que hables, yo lo he probado con el castellano, el euskera, el inglés y el alemán, y siempre dá resultados.
En la clase de lengua, vamos a poder mejorar nuestro fraseo musical. La música no es más que un idioma, y si la escuchamos mucho, vamos tener feeling con él, como si de nuestra lengua materna se tratara. Sabremos donde debemos hacer una coma o una pequeña pausa. En el caso de los instrumentos de viento, sabremos donde respirar y detectaremos los puntos fuertes y débiles de las frases. Incluso es más, ¡seremos capaces de darles nuestra entonación propia a las frases! ¿Es de locos verdad?
Idioma extranjero
Idioma extranjero
De esto os hablo más la semana que viene, pero para dejar aquí un pequeño adelanto, os diré que yo aprendí alemán con y gracias a la flauta travesera.
Muchas veces, como se dice en matemáticas el orden de los factores sí alteran el producto. Unir una de tus pasiones, como tocar la flauta, con un aprendizaje, da lugar a éxito seguro. Por ejemplo, que yo esté escribiendo este Blog, es para mí todo un éxito. Hace relativamente poco parecía estar enfadada con los ordenadores, sin embargo, ahora me encanta wordpress, me gusta informarme y aprender sobre cómo puedo mejorar mi página e incluso estoy aprendiendo css. ¿Interesante verdad?
La vida y la familia
Y por último, y no menos importante, la asignatura de la vida, si suena un poco poético, pero no es así. La realidad familiar puede enseñar a un niño a tocar la flauta travesera o cualquier otro instrumento, valores como la constancia, y el no rendirse al primer día malo, se aprenden de los padres. Igualmente el aprender a tocar un instrumento puede mejorar la realidad familiar. En dos semanas os hablaré más intensivamente de este tema, pero por el momento quedaros con esto:
Una familia creativa, que hace manualidades con sus hijos, que imagina con ellos, es casi sinónimo de un niño o una niña que no tiene miedo a investigar, a probar y a aprender. Si en la familia no se deja morir esta curiosidad, los nuevos artistas mejorarán rápidamente en su instrumento ya que no tendrán miedo al fracaso, porque, sinceramente, no existe.
Deja una respuesta