Esta semana he grabado un nuevo video para mi canal de youtube, en el que os hablo sobre el doble picado. Y me he dado cuenta, como cada vez que hago uno de estos video «tutoriales» que hay mucho más que unos cuantos ejercicios detrás del doble picado.
Si has llegado aquí y no sabes que es el doble picado, no te preocupes. Te lo explico brevemente. Es una tecnica que utilizan los instrumentistas de viento para poder tocar notas «sueltas» más rápido. La lengua es un músculo, y tiene sus límites pero, si utilizamos la parte más alta de la garganta como «repiqueteo» de la «t» que utiliza la lengua, podemos ir, técnicamente el doble de rápido. Es como levantar pesas con un brazo o con dos, salvando las distancias claro. Como se que una imagen vale más que mil palabras, te dejo aquí el video sobre el doble picado que publiqué la semana pasada. Para que no pierdas tiempo te lo he dejado en el segundo exacto donde hago el doble picado sobre una nota, así puedes ir directamente al grano.
Es importante que sepáis de que estoy hablando, pero en este articulo no os voy a dar ejercicios para mejorarlo, ni siquiera voy a hablaros de la técnica de realización del doble picado en la flauta travesera. Hoy quiero reflexionar sobre un aspecto de muchos ejercicios técnicos que me hacen ligar la técnica con la meditación. Por 3 factores:
- Cuando estudiamos técnica, tratamos de controlar cada milímetro de nuestro cuerpo, cada movimiento y cada respiración. ¿No es esto básicamente con lo que iniciamos la meditación? Controlarnos a nosotros mismos no puede ser una acción que venga hecha, debe ser consciente, sino tu trabajo técnico del día no sirve para nada.
- Cuando estudiamos técnica, nos imaginamos cosas que no están. Me explico, si quiero proyectar el sonido, me imagino que me abro por dentro, si quiero un sonido cálido, muchas veces cierro los ojos para imaginar el color y el tacto del sonido, y sobre todo cuando estoy tocando escalas, suelo fijar la mirada en algún punto del exterior, mirando por la ventana (siempre que sea posible) ¿No va de esto también la meditación?
- La ultima pero para mí la más importante de las comparaciones, es el objetivo con el que meditamos o hacemos técnica. El objetivo es conocernos a nosotros mismos, con una serie de rutinas, ver como reaccionamos a impulsos y ser capaces de controlar totalmente nuestro cuerpo y nuestra mente.
Toda esta reflexión nace de que cada vez que trabajo el doble picado con las escalas, consigo entrar en ese estado de meditación musical, porque es una articulación, que normalemte tenemos que hacer en pasajes rápidos y cuando lo hago lento consigo controlar y escuchar mi diafragma, mi aire y mi posición. Como consecuencia mi sonido mejora y tengo la sensación de que mi flauta y mi garganta dejan pasar mejor el aire después de hacerlo.
Y ya esto fuera de los puntos, no os habéis dado cuenta que cuando vamos a unas pruebas, a un concierto etc, las personas suelen calentar mirando a la pared o mirando por la ventana, o con los ojos cerrados.. ¿no os llama la atención? ¿no creeis que estarán meditando musicalmente?
¿Vosotros que pensais? ¿Os habíais planteado alguna vez que el libro de las escalas de Tafanell y Gaubert pudiera ser una iniciación a la meditación?